sábado, 16 de agosto de 2014

GENERALIDIDADES DE LA ESTIMULACION TEMPRANA INFANTIL

¿Que es la estimulación temprana?
La estimulación temprana es el conjunto de medios, técnicas, y actividades con base científica y aplicada en forma sistémica y secuencial que se emplea en niños desde su nacimiento hasta los seis años, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas, permite también, evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres, con eficacia y autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante. (Orlando Terré, 2002)  

¿Por qué recibir estimulación temprana?
Durante esta etapa se perfecciona la actividad de todos los órganos de los sentidos, en especial, los relacionados con la percepción visual y auditiva del niño, esto le permitirá reconocer y diferenciar colores, formas y sonidos. Por otro lado, lo procesos psíquicos y las actividades que se forman en el niño durante esta etapa constituyen habilidades que resultarán imprescindibles en su vida posterior.

La etapa de 0-3 años de vida del niño establece particularidades en el desarrollo:
  • Se caracteriza por su ritmo acelerado del desarrollo del organismo.
  • Interrelación entre el estado de salud, el desarrollo físico y psiconervioso del niño.
  • Alto grado de orientación con el medio.
  • Desarrollo de estados emocionales.
  • Papel rector del adulto en el proceso del desarrollo.
La estimulación temprana busca estimular al niño de manera oportuna, el objetivo no es desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su desarrollo natural, sino ofrecerle una gama de experiencias que le permitirán formar las bases para la adquisición de futuros aprendizajes.

¿QUÉ ÁREAS COMPRENDE LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA?

Para favorecer el óptimo desarrollo del niño, las actividades de estimulación se enfocan en cuatro áreas: área cognitiva, motriz, lenguaje y socioemocional.

Área cognitiva: Le permitirá al niño comprender, relacionar, adaptarse a nuevas situaciones, haciendo uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que lo rodea. Para desarrollar esta área el niño necesita de experiencias, así el niño podrá desarrollar sus niveles de pensamiento, su capacidad de razonar, poner atención, seguir instrucciones y reaccionar de forma rápida ante diversas situaciones.

Área Motriz: Esta área está relacionada con la habilidad para moverse y desplazarse, permitiendo al niño tomar contacto con el mundo. También comprende la coordinación entre lo que se ve y lo que se toca, lo que lo hace capaz de tomar los objetos con los dedos, pintar, dibujar, hacer nudos, etc. Para desarrollar esta área es necesario dejar al niño tocar, manipular e incluso llevarse a la boca lo que ve, permitir que explore pero sin dejar de establecer límites frente a posibles riesgos.

Área de lenguaje: Está referida a las habilidades que le permitirán al niño comunicarse con su entorno y abarca tres aspectos: La capacidad comprensiva, expresiva y gestual.
La capacidad comprensiva se desarrolla desde el nacimiento ya que el niño podrá entender ciertas palabras mucho antes de que puede pronunciar un vocablo con sentido; por esta razón es importante hablarle constantemente, de manera articulada relacionándolo con cada actividad que realice o para designar un objeto que manipule, de esta manera el niño reconocerá los sonidos o palabras que escuche asociándolos y dándoles un significado para luego imitarlos.

Área Socio-emocional: Esta área incluye las experiencias afectivas y la socialización del niño, que le permitirá querido y seguro, capaz de relacionarse con otros de acuerdo a normas comunes.
Para el adecuado desarrollo de esta área es primordial la participación de los padres o cuidadores como primeros generadores de vínculos afectivos, es importante brindarles seguridad, cuidado, atención y amor, además de servir de referencia o ejemplo pues aprenderán cómo comportarse frente a otros, cómo relacionarse, en conclusión, cómo ser persona en una sociedad determinada. Los valores de la familia, el afecto y las reglas de la sociedad le permitirán al niño, poco a poco, dominar su propia conducta, expresar sus sentimientos y ser una persona independiente y autónoma.

¿Cómo se desarrolla el cerebro de los niños en la edad temprana?
Investigaciones afirman que el cerebro evoluciona de manera sorprendente en los primeros años de vida y es el momento en el que hace más eficaz el aprendizaje, esto porque el cerebro tiene mayor plasticidad, es decir que se establecen conexiones entre neuronas con mayor facilidad y eficacia, esto proceso se presenta aproximadamente hasta los seis años de edad, a partir de entonces, algunos circuitos neuronales se atrofian y otros se regeneran, por ello el objetivo de la estimulación temprana es conseguir el mayor número de conexiones neuronales haciendo que éstos circuitos se regenere y sigan funcionando.

Para desarrollar la inteligencia, el cerebro necesita de información. Los bebés reciben información de diversos estímulos a través de los sentidos, lo hacen día y noche; si estos estímulos son escasos o de pobre calidad, el cerebro tardará en desarrollar sus capacidades o lo hará de manera inadecuada, por el contrario al recibir una estimulación oportuna el infante podrá adquirir niveles cerebrales superiores y lograr un óptimo desarrollo intelectual. Así por ejemplo, al escuchar la voz de su madre, percibir el olor del biberón o recibir una caricia: se produce una catarata eléctrica que recorre su cerebro, para despertar conexiones neuronales aún dormidas.




Lidia F. Coriat (Argentina) se refiere a estimulación temprana como "una técnica que tiene por objetivo apoyar al niño en el desarrollo de sus aspectos instrumentales, desti­nada a brindar impulso a funciones ya existentes en el sujeto y susceptibles de avi­varse por medio del estímulo”.

A. Abad (1982), B. Espallagués, J. Rueda (1991), y M. Ferrer (2003) utilizan el término atención temprana e incluyen en su concepción el trabajo con la familia y el entorno social del niño, por lo cual el término abarca entonces a todas las acciones generales que se desarrollan con el pequeño.

Las respuestas acerca de qué es estimulación son variadas, así se habla de actividad, procesos, técnicas y práctica clínica. Se asume en esta tesis que estimulación es un proceso; pues atraviesa por diferentes fases que originan cambios en el desarrollo del niño y en la propia estimulación, la que se hace más compleja en el transcurso de su ejecución y se modifican los elementos que la componen, por lo cual las relaciones entre sus áreas sufren constantes transformaciones en dependencia del movimiento de su objeto.

El término estimulación temprana es utilizado en la actualidad desde dos acepciones:
  1. En un sentido amplio se refiere al conjunto de actividades e influencias educativas que se desarrollan con todos los niños para potenciar su desarrollo integral. En esta acepción, el término estimulación temprana se acerca y en ocasiones se iguala al de educación preescolar, por cuanto a todos los niños se les estimula tempranamente para garantizar su desarrollo.
  2. En su sentido estrecho se refiere a actividades diseñadas para la atención temprana a niños afectados por determinados factores de riesgo o portadores de algunas insuficiencias en su desarrollo, que hacen necesaria una intervención mucho más específica y especializada que la que comúnmente se realiza con los demás niños a fin de asegurar las condiciones óptimas para su desarrollo integral.
De esta forma ambas concepciones, aunque tienen un mismo objeto de estudio, difieren en cuanto a su campo de acción, siendo más restringido en el segundo caso y que es el asumido en esta investigación, porque es un término que surge con el objetivo de diferenciar las acciones que se realizan con un grupo específico de niños, de las empleadas con toda la población infantil, que se resumen en el término Educación Preescolar; en segundo lugar estimulación temprana indica incitar, mover tempranamente el desarrollo del niño, lo que es el resultado de este proceso, sin forzar el desarrollo, pero teniendo siempre en cuenta aspectos tan importantes como la utilización adecuada de los períodos sensitivos y la zona de desarrollo próximo a través de un proceso organizado al efecto.


A través de estas definiciones y términos se destacan aspectos comunes:
  1. Existencia de diversas concepciones en torno a la enseñanza y el desarrollo como soporte teórico y metodológico.
  2. Carácter de sistema dirigido hacia el niño y el medio que lo rodea.
  3. Se fundamenta en la plasticidad del sistema nervioso central, de ahí la necesidad de su inicio lo más temprano posible.
  4. No se explicita en todos los casos su pertenencia al campo de la Pedagogía.
La estimulación temprana o atención temprana infantil se basa, sobre todo en la repetición, a la que los expertos denominan unidades de información o bits. Del mismo modo que aprendemos a decir mamá o papá, repitiendo lo que nos dicen una y otra vez, podemos también aprender a leer, lograr un pensamiento matemático, e incluso desarrollar aspectos sensoriales y sociales.
La repetición sistemática y secuencial de estímulos o ejercicios, y de actividades con base científica, refuerzan las áreas neuronales de los bebés. Durante la estimulación, no solo se potenciará adecuadamente el desarrollo motriz, cognitivo, social y emocional del bebé, sino que también se ampliará su desarrollo individual, sus capacidades, su predisposición y su ritmo.


EL RITMO DE CADA BEBÉ ES ÚNICO

Cada niño es único y diferente, y los padres lo deben tener muy en cuenta a la hora de estimularle. El bebé deberá vivir libremente esta experiencia y no como una obligación. Jamás se deberá forzar al niño a que haga alguna actividad para la que él no esté preparado ni suficientemente estimulado. El bebé debe sentirse libre y motivado para mantener siempre una buena autoestima durante todo el proceso de aprendizaje.
Por esta razón, los padres deben respetar su desarrollo individual, evitando comparaciones y presiones sobre su hijo. Los padres también aprenderán y crecerán en su tarea de padres durante la estimulación de su hijo. Antes de empezar con la estimulación del bebé es importante que ellos conozcan las etapas de desarrollo de un bebé para que puedan presentarle los estímulos y las actividades adecuadas a su edad y capacidades.


LA ESTIMULACÍON TEMPRANA Y EL VINCULO EMOCIONAL


La estimulación empieza con actividades de contacto con el bebé. Se reforzará el vínculo emocional, afectivo, a través de masajes y estímulos sensoriales, entre padres e hijo. A partir de ahí se dará inicio a las actividades de motricidad gruesa, fina, de concentración y de lenguaje. El juego es una efectiva herramienta de estimulación para los bebés. A través del juego, los padres pueden observar el comportamiento de su hijo y conocer sus necesidades, deseos, gustos, e inquietudes.
En la estimulación temprana se debe buscar el equilibrio. Por eso, debe ser integral, tanto física como intelectual. Si un niño solo aprende a jugar con la pelota y no está adecuadamente estimulado en la lectura, por ejemplo, será un genio en el deporte, pero se sentirá incapaz de leer un libro. La estimulación temprana debe circular por todos los caminos: físico, intelectual, emocional, en todos.
Otra cosa es que al niño se le dé mejor la lectura que jugar al baloncesto. Eso ya será una opción personal del niño y se debe respetar. En todo caso, la estimulación debe, a través de experiencias y habilidades, crear la motivación en los niños. Niños motivados son niños felices. Si los padres optan por la estimulación temprana, deben tener claro que esta decisión les exigirá una cierta dedicación al día. Muchos padres opinan que es muy efectiva y provechosa, por lo menos en lo que se refiere al tiempo que comparten con sus hijos.

CONCEJOS DE ESTIMULACION TEMPRANA DE LOS BEBÉS PARA LOS PADRES

1. Respetar el tiempo de respuesta de tu hijo. Elige un momento tranquilo para jugar con él. Evita jugar con tu hijo cuando notes que él está cansado y sobrecargarlo de tareas y de estímulos.

2. Elije objetos agradables al tacto, al oído, al paladar, y que sean, claro, seguros. 

3. Los juegos deben ir acompañados por canciones, palabras y sonrisas. De cariño y dulzura, también.

4. El juego tiene que ser algo placentero, para los dos. 

5. Aprovecha el momento del baño para dar un masaje a tu hijo. 

6. Usa la música mientras llevas a tu hijo en el coche o en casa. 

7. Enseña libros a tu hijo. Si es un bebé, hay libros de tela, de plástico, con olores y distintas texturas. 
8. Cuenta cuentos a tu hijo antes de dormir.

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